22 ene 2014

Farabeuf, o la obsesión del tiempo. Entrevista a Salvador Elizondo por Hugo Covantes.

Leng T'che publicado en la obra
Les Larmes d'Eros  de George Bataille.
La fotografía muestra un suplicio chino conocido como Leng T’che (una de las múltiples traducciones puede ser “Muerte por mil cortes”). Dicho castigo consistía en atar a un poste al supliciado, previamente drogado con opio presenciaba la amputación de sus miembros que eran colocados ante él, el tormento culminaba con la decapitación o la extracción de un órgano vital.

El Lengt T’che fue conocido en occidente a partir de la publicación de dicha fotografía en el libro de George Bataille: Las lagrimas de Eros (Les Larmes d’Eros). La contemplación de dicha imagen inspiró a Salvador Elizondo a escribir la novela que ganó el premio Xavier Villaurrutia en 1965: Farabeuf.

Respecto a la imagen Salvador Elizondo escribió en su autobiografía (1966):
Esa imagen se fijo en mi mente a partir del primer momento que la vi, con tanta fuerza y con tanta angustia, que a la vez que me iba dando pauta casi automática para tramar en torno a su representación una historia, turbiamente concebida, sobre las relaciones amorosas de un hombre y una mujer, me remitía a un mundo que en realidad todavía no he desentrañado totalmente: el que está involucrado con ciertos aspectos de la cultura y el pensamiento de China.
En la revista Caballero, de junio de 1966, se publicó la entrevista que Hugo Covantes sostuvo con al recién ganador del premio Xavier Villaurrutia, Salvador Elizondo; dicha entrevista es la que reproducimos en la siguiente entrega.

Baste señalar que esta es una de las tantas charlas y/o entrevistas en las que el joven Elizondo aborda el origen y temática de la novela Farabeuf, entendida como su novela capital entre un conjunto de novelas de igual complejidad; quizás para el avezado lector de la obra de Elizondo sirva dicha entrevista como un referente de sus primeras impresiones respecto a su propia novela.

Treinta años después Salvador Elizondo dijo en una entrevista:
 Han pasado 30 años de Farabeuf. Cuando lo publiqué, intenté explicármelo aunque no es fácil que uno explique teóricamente su propia producción en el momento mismo en que se genera, es una limitación de época, diría. Las teorías las descubre uno a  posteriori. Desde hace 30 años tengo interesados en saber de Farabeuf y son personas dedicadas al estudio de diferentes disciplinas: gente que estudia lingüística, fotografía, todas las materias de que trata Farabeuf, especialistas en chino, cinematografistas […] Y cada vez que vienen pues les doy la explicación que se me ocurre en el momento. Porque nunca he pensado ese libro como un sistema específico de aproximación a la literatura. Ni tampoco copié sistemas, estaba más o menos influido por mis lecturas, por las películas que veía, claro alguna influencia se transmite. Pero de  eso a que haya tenido una teoría especial, pues no. Era verter, más o menos de acuerdo a un sistema muy general de hilación, impresiones, para que se empezara a formar un montaje..., pero ahora ya le estoy empezando a dar otra explicación que se me esta ocurriendo en este momento. Me veo obligado a darle una explicación adecuada al interés de cada quien. Les doy gusto y me adecuo a su interés.
Considerado miembro de la generación de escritores del Medio Siglo (junto con Juan García Ponce, Inés Arredondo, Sergio Pitol, José de la Colina, Juan José Gurrola, Jorge Ibarguengoitia, Juan Vicente Melo, entre otros) jamás se adhirió a alguna categoría de escritores, y ciertamente no puede considerarse parte de un grupo de escritores pues su obra es inclasificable. Los dejamos con la entrevista: “Farabeuf, o la obsesión del tiempo.”

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