Se dice que Prometeo fue aquel titán que robo
el fuego a los dioses para darlo a los hombres y que estos a su vez lo usarán.
Con éste apelativo Alan Levy se refiere a Arthur Miller: El Prometeo de los dramaturgos.
El fuego otorgado por Miller a los hombres no
fue otro sino el de la realidad, a través de sus obras de teatro mostró la otra
realidad que ofreció el progreso y bienestar de la década de los cincuenta, las
contradicciones sociales, hipocresías sociales e individuales, todas esas actitudes
encaminadas en beneficio de la patria
estadounidense.
Debido a ello fue sujeto de sospechas y
equivocados juicios que le costaron condenas públicas que, pese a otorgarle un
protagonismo y personificar la dignidad de la disidencia, jamás resarcieron sus
daños.
Esposo de Marilyn Monroe y demás
circunstancias que hicieron de su vida un cúmulo de experiencias que quedaron
plasmadas en la obra excepcional de nuestro autor. Alan Levy nos guía en sus
tribulaciones personales, sus pensamientos y el proceso creativo de sus obras,
sin duda nos muestra un panorama desde la cima de éste dramaturgo prometeico:
Arthur Miller.
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